Conciencia regenerativa

Queremos compartir una nueva reflexión, que no es novedosa, pero sigue impactando y tocando la puerta de la conciencia de las personas y de las organizaciones. La foto que adjunta este texto vale más que mil palabras. Fuimos testigos de esta estremecedora imagen: a puertas de la selva y a orillas del caribe este es el paisaje que nos encontramos, lleno de botellas de plástico, tapas de plástico y restos de materiales que no son biodegradables y que acaban en las orillas de lugares donde no hay posibilidades de tener una recogida sistemática de la basura que llega de los países ricos. 

De nuevo es una llamada a las conciencias individuales y colectivas. Es una llamada a la esperanza. No podemos bajar la guardia ni descuidar el tipo de compras que hacemos, la comida que consumimos, la energía que contratamos, el reciclaje que hacemos, los vehículos que conducimos. Y no sólo en nuestros hogares, como empresas tenemos una gran responsabilidad social. Tratemos de promover empresas regenerativas, que como hablábamos en otro post, son iniciativas económicas integrales, sostenibles y trascendentes. No se trata sólo de respetar las leyes medioambientales, consiste en promover proyectos que devuelvan a la Naturaleza más de lo que ella nos da para restablecer el equilibrio. Y esta mirada es posible incorporarla bajo cualquier actividad educativa, social, económica, política. 

¿Cómo llevar al aula esta conciencia regenerativa? ¿Cómo desarrollar modelos económicos sostenibles? ¿Cómo diseñar relaciones humanas en equilibrio con la Naturaleza?  ¿Cómo dotar partidas presupuestarias que transciendan el corto plazo? Hay movimientos que llevan tiempo tratando de dar respuestas a estas preguntas como la Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) y están surgiendo otras nuevos movimientos como las empresas B2, la economía circular o la economía del bien común entre otras. 

De nuevo volvamos a preguntarnos, ¿qué está haciendo mi organización para sanar al planeta? ¿Qué más podemos hacer? No dejemos de contestarnos a estas preguntas para que nos lancen a la acción.

Mantengamos en pie la esperanza. 

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