Tomar decisiones escuchando a las minorias

Hoy seguimos profundizando en algo tan emblemático como es trabajar en equipo,
tomar decisiones y cohesionar equipos.
A raíz de una frase escuchada a Marian Ríos, facilitadora, coach y formadora, durante
un viaje guiado por ella, Nómadas 2020, nos hemos planteado un dilema que nos
resulta muy interesante:

¿cómo sería tomar una decisión escuchando a las minorías?  


En muchos equipos y organizaciones se toman las decisiones escuchando la voz de la
mayoría de las personas que configuran ese sistema. Esta dinámica es la que Rafael
Echeverría denomina enfoque múltiple. Esta manera de funcionar permite que las
personas se sientan parte de un equipo, fomenta la implicación y el sentido de
pertenencia.


En este escenario se da una escucha profunda del otro, se practica la indagación para
tratar de entender más a fondo los argumentos de la otra parte, se gestionan las
emociones de forma saludable y es uno de los pilares de lo que se denomina equipos
de alto rendimiento.
 
En otros casos se toman las decisiones sin escuchar a nadie, como Fred Kofman lo
denomina, control unilateral. Haciendo y decidiendo en base solo a mis propios
criterios, experiencias, intuiciones sin tener en cuanta otras miradas ni reflexiones. A
veces es necesario practicar este tipo de comportamientos cuando estamos ante una
urgencia, una venta que perdemos, un fuego que haya que apagar. No es la manera
más aconsejable de funcionar cotidianamente, ya que no permite la cohesión del
equipo, elimina la creatividad y no fomenta la autonomía de las personas.
 
En esta reflexión queremos abrir otra posibilidad. ¿Cómo sería tomar una decisión
escuchando a la minoría? Esto significa que el grupo o equipo completo asume la
posición que una sola persona desea o puede hacer, aunque esto suponga que el resto
de personas que configuran el equipo renuncien a su planteamiento para aceptar el de
la minoría.  
¿Qué puede suponer este planteamiento en un equipo? Cuanto menos generará un
movimiento en el sistema que producirá en unos casos asombro, en otros enfado, en
otros sorpresa, y seguro que también una fuerza tractora en clave de inclusión,
integración y cohesión. 
 
Estamos hablando sobre la integración de las minorías en los equipos y cohesionar un
nuevo sistema con todas las personas que lo configuran. ¿Nos atrevemos a probar y
ver el impacto que pueda generar?

Deja un comentario