Llevo más de 20 años acompañando a personas en sus procesos de crecimiento y a las organizaciones en sus retos de cambio.
En este largo recorrido he descubierto el misterio que somos, las grandes posibilidades de cambio que tenemos y el sufrimiento que podemos albergar cuando no encontramos lo que buscamos, cuando no estamos en paz con nosotros mismos ni con la vida.
Creo que la sabiduría la llevamos dentro, tanto las personas como las organizaciones, solo hace falta un faro que aporte luz para encontrar el camino.
Siento que mi trabajo se centra, precisamente, en poner luz en el camino de las personas y organizaciones que tratan de encontrar sentido a lo que hacen. Colocar a la persona en el centro del proceso, como parte de un equipo, dentro de una empresa.
Mi propósito es humanizar las relaciones en los espacios de trabajo para poder asumir retos y objetivos comunes que permitan desarrollar una misión desde los valores compartidos por el equipo.
Durante este tiempo mi proceso de aprendizaje ha sido continuo y experiencial. La humildad, la progresividad, la escucha, el humor y el reconocimiento al otro son mis herramientas de trabajo.
Esta es mi pasión y testigos de ello son todas las empresas, organizaciones y personas que han confiado en mí.”